jueves, 5 de agosto de 2010

Organicidad (Respondiendo a un Mito)



¿Cuál es la verdadera “Vía Natural” de la cual hablaban grandes directores y maestros del teatro como Antonie y Stanislavski? Durante mucho tiempo creímos que efectivamente era la vía del “Naturalismo” especialmente la vertiente rusa de esta corriente, creímos y algunos todavía creen que a este particularmente atractivo estilo de teatro le pertenecía con exclusividad la palabra “Organicidad”.

Pareciera lógico pensar que un teatro y una técnica del actor basada en la “Realidad” seria eminente orgánica, pero ¿es realmente así?

Real, Natural, Sagrado.
Desde hace algunos años que vengo escuchando el término “Realismo Psicológico” y siempre he estado en contra de denominar el trabajo de Stanislavski y Strasberg bajo esa rubrica, ambos maestros, tanto el Ruso como el Estadounidense denominaban su trabajo como “Naturalista” por seguir la vía natural, pero también es cierto que ambas estéticas eran realistas.

Entonces diremos que la relación entre ambos términos es la siguiente: Naturalismo está referido a la Técnica y Realismo a la Estética.

Sin embargo como señale antes estos conceptos estaban ligados íntimamente con la “Organicidad” dentro de la técnica del actor, casi con sentido de propiedad, sin embargo estamos en condiciones de afirmar que el término que nos ocupa en esta oportunidad no es únicamente usado en la técnica del actor naturalista ni mucho menos propia de una estética realista.

El “Movimiento” es también “Orgánico”, y este no es necesariamente una consecuencia de un pensamiento o una emoción como señala el Sistema psicotécnico de Stanislavski, incluso la ciencia ha probado que algunos es estos movimientos son absolutamente involuntarios.

Motokiyo Zeami (1363-1443)
       Este “Movimiento Orgánico” es típico de situaciones extra-cotidianos, es decir que no son Naturalistas, y su mejor expresión se ha desarrollado en el Teatro Oriental encabezados por el maestro de Teatro No Japonés “Motokiyo Zeami” (1363-1443).

Como señalamos en artículos anteriores el teatro de oriente es por su propia naturaleza sagrado, en la representación de estos estilos las emociones y sentimientos no son por ningún motivo generados por elucubraciones o trampas cognitivas como las sugeridas por el naturalismo, son fruto de la “Organicidad”, de lo riguroso de la partitura de sus movimientos y de la técnica del actor que le permite el dominio de esta, “No hay teatro mas Orgánico que el Sagrado”.

Orgánico, Movimiento, Antepasados:
Parece que al escribir a cerca de algo tan poco observable y medible estamos hablando de una seudo-mística aplicada a un trabajo técnico concreto y real como el expuesto en el famoso “Sistema Stanislavski”, pero la realidad es el caso contrario.

Durante años de prueba y error Jerzy Grotowski logro probar que la organicidad y la sinceridad más fuertemente efectivamente provienen de un lugar en el ser humano casi olvidado, un lugar donde se encuentra el actor y sus antepasados.

Jerzy Grotowski (1933-1999)
Sigue sonando muy místico pero cuando el maestro polaco escribió sus renombrados artículos “El Performer” y “Tu Eres Hijo de Alguien” estudiaba y posteriormente comprobó que en cada individuo existe una memoria de cada antepasado que tuvo (basaba sus aseveraciones en estudios de la evolución del cerebro y las posibilidades de las células de cuerpo de transportar información y almacenarla), a él le gustaba denominarlo “Cuerpo-Memoria”, estudio que a lo largo de las generaciones ciertas características corporales y de movimiento se transferían a nivel casi genético, es decir que el cuerpo de cada uno de nosotros es la consecuencia de los oficios y actividades que nuestros antepasados realizaban desde tiempos ancestrales.

Grotowski entonces no buscaba la organicidad en el teatro mediante el pensamiento (Objetivos, circunstancias dadas, sentido de la verdad, etc.), sino mediante una búsqueda del actor en su propio cuerpo, búsqueda de los restos del pasado que todavía quedan en el cuerpo como un eco de otros tiempos.

Concretamente en trabajos que realizaba en los años ochenta y noventa como los denominados “Mistery Play”, “Main Action” y “Acting Propositions” Grotowski consiguió que sus discípulos reencontraran cuerpos de su pasado.
El decía que “El Performer” (podríamos decir que es el ideal de actor) debía pasar del “Cuerpo-Y-Esencia” al “Cuerpo de la Esencia”, obviamente se refería a que para ser orgánico se tiene que ir a la esencia de la acción y una vez encontrada abría que hacerla brotar hacia una “Esencia del Cuerpo”, ¡que mas orgánico que la esencia!

Con esto también desmentimos a aquellos que con cierta ignorancia intentan reducir el trabajo de Jerzy Grotowski a un simple “Sistema de Entrenamiento”, el trabajo del maestro fue mucho más allá hasta llegar a un grado de Organicidad tan impresionante que no tuvo precedentes, esto también comprueba que contrariamente a lo que creían los “Naturalistas” el resultado estético no era un conjunto de clises y reacciones neurasténicas, era un teatro mágico, completo, sagrado.

Conclusiones.
Volvemos a preguntarnos ¿Cuál es la verdadera “Vía Natural”? responderemos una vez más que depende de cómo cada uno nosotros vea el teatro, en eso no pretendemos influir en los gustos personales, creo que a lo largo estos artículos usted sr(a) lector puede adivinar cuál es el mío.
Solo intentamos exponer que muchas cosas que nosotros los teatristas cusqueños damos por hecho no son del todo así, especialmente la organicidad, y otros cuantos términos y procesos de los cuales algunas corrientes se han apropiado casi sin fundamento. Es muy importante intentar buscar y proponer nuevas vías para el trabajo teatral en el Cusco, tenemos que dar pasos adelante.

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